Las pseudociencias y los mitos que dichas pseudociencias divulgan hacen que perdamos el foco en lo que funciona y malgastan los recursos que invertimos en ellos ya que, aunque sus resultados puedan parecer beneficiosos a corto plazo (debido a la eventualidad plausible y la validez intuitiva que utilizan), a largo plazo se comprueba que no funcionan y nadie nos devolverá todos los recursos malgastados.