La ciencia es una actividad humana que se ha desarrollado a lo largo de toda la historia y en cualquier lugar del mundo de forma simultánea. Sin embargo, podemos decir que la ciencia moderna tal como la conocemos hoy se originó en Europa durante el siglo XVI.
Durante este período, se produjo una serie de cambios en la forma en que los europeos entendían el mundo. Los principales fueron: la reforma protestante, la revolución científica y la ilustración.
La reforma protestante
Movimiento religioso y social, liderado por Martín Lutero, que tuvo lugar en Europa durante el siglo XVI y que promovió la interpretación individual de la biblia. La Reforma surgió como una respuesta a las prácticas y enseñanzas de la Iglesia Católica de la época, que muchos consideraban corruptas e inmorales.
Contra la interpretación jerárquica que la Iglesia Católica hacía de la biblia, Lutero creía que cualquier persona podía interpretar las Escrituras, y que la fe en Dios se basaba en la confianza en la Biblia, no en la autoridad de la Iglesia.
Para que cualquiera pudiera interpretar la biblia, se promocionó la educación y la alfabetización entre los feligreses, aumentando de esa forma lo que Tim Urban define como el coloso humano y que, a falta de un resumen mejor, equivaldría a decir que el crecimiento del conocimiento es exponencial. Si aumentamos el conocimiento de base de todos los individuos de una sociedad, la capacidad de dicha sociedad para encontrar soluciones a problemas no se suma, sino que se multiplica.
La revolución científica
Entre el siglo XVI y hasta el XVIII, la forma en que se entendía el mundo cambió radicalmente, y se establecieron las bases para el método científico moderno.
Galileo Galilei, Johannes Kepler, René Descartes e Isaac Newton fueron algunos de los grandes nombres de esta revolución, aunque hubo muchos más. Ellos y otros, cuestionaron las ideas tradicionales y establecieron nuevas teorías y métodos científicos basados en la observación y la experimentación para desarrollar teorías y leyes que permitieron explicar los fenómenos naturales.
El principal aporte de la revolución científica fue la idea de que el universo estaba gobernado por leyes y que era posible describir y predecir los fenómenos naturales utilizando estas leyes (determinismo).
La revolución científica también tuvo importantes consecuencias sociales y políticas. Por ejemplo, el método científico se convirtió en un marco de trabajo para la creación y validación del conocimiento y la toma de decisiones en otros campos (como la política o la economía).
Por último, la revolución científica se produjo una separación entre la religión y la ciencia, lo que llevó a la secularización de la sociedad y al surgimiento del humanismo.
La ilustración
La Ilustración fue un movimiento intelectual que tuvo lugar en Europa durante el siglo XVIII, que promovió la razón, la ciencia, la libertad y la igualdad como valores fundamentales de la sociedad. El movimiento surgió como una reacción al absolutismo monárquico y a la intolerancia religiosa, y buscó transformar la sociedad mediante la educación, el pensamiento crítico y el avance del conocimiento.
Los filósofos y pensadores ilustrados, como Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Diderot o Kant, promovieron la idea de que la razón y la ciencia eran herramientas esenciales para comprender el mundo y mejorar la sociedad.
La creencia en el poder de la razón y la educación llevó a la creación de escuelas, bibliotecas y universidades, lo que permitió el acceso al conocimiento y la educación a un público más amplio. Podríamos decir que, partiendo de un origen diferente, la reforma protestante y la ilustración siguieron un rumbo y destino similares, promoviendo todavía más el coloso humano.
Hemos podido llegar más allá gracias a las enseñanzas de los que nos precedieron. Somos enanos sobre hombros de gigantes.
Juan de Salisbury en Metalogicon (1159) citando a Bernardo de Chartres